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LOS PEQUEÑOS DETALLES QUE HACEN LA VIDA MÁS FÁCIL.

  Pasamos por la vida con tanta prisa que no nos paramos a contemplar la infinidad de pequeñas cosas, detalles y gestos que nos rodean. En ocasiones nos dejamos arrastrar por la excesiva información que nos bombardea por todas partes: redes sociales, publicidad, medios de comunicación etc. La mayoría de las veces c onsumimos noticias basura que alimentan los encuentros y conversaciones con las personas del entorno. Hoy me levanté creativa y dejé de lado la intoxicación mediática y pasé a la contemplación , descubriendo que a mi alrededor cuento con tanta belleza natural que fortalece mis sentidos y me facilita paz y tranquilidad. Salamanca es una ciudad maravillosa de la que todos los visitantes se van fascinados , pues invito a que pasees por ella con conciencia, descubriendo rincones y detalles en los que tal vez nunca te hayas percatado. El río Tormes tiene unos paseos ahora en otoño , que parecen de película, puedes hacer fotos y crear un álbum o sencillamente siéntate a conte

PSICOLOGÍA DETRÁS DE LA BARRA DE UN BAR

 

Me he encontrado con una psicóloga detrás de la barra de un bar, sin el título otorgado por la universidad, pero concedido por la universidad de la vida y la experiencia.

Ana Arroyo, es una camarera que atiende a los clientes con una sonrisa permanente, una palabra agradable y con una empatía hermosa. 

Seguramente, como cualquier persona, tendrá días buenos y no tan buenos, pero sabe dejar sus penalidades al cerrar la puerta de su casa.

La he observado y su capacidad de escucha es tan grande, que muchos psicólogos podrían aprender de ella.

Hace sentir a cada cliente como una persona especial, sin hacer distinciones.

Llego a la conclusión de que Ana es una psicóloga de categoría.

Trabajar de cara al público  no es fácil en cualquier profesión, pero a un bar acuden personas  por diferentes motivos: a celebrar con amigos, a pasar un buen rato y también a descargar sus penas y tristezas, por eso cuando te encuentras a una camarera o camarero que te mira a la cara y  es capaz de descubrir que tu estado de ánimo  no es el mejor y logra que te abras, sueltes tu preocupación, para poder salir del establecimiento con otra actitud más positiva, es digno de admirar.

Desde estas líneas agradezco a todas las personas que como Ana, saben atender a los clientes como seres únicos, olvidando sus problemas o aparcándolos hasta que regresan a sus casas.

El lado obscuro de estas condiciones laborales es que estas trabajadoras generan envidias  en su entorno y sobre todo con compañeros que suelen estar amargados, pero quiero animarlas para que no cambien porque los clientes necesitamos personas como ellas.

En el firmamento hay espacio para que todas las estrellas brillen, no hay que apagar a nadie para brillar más.




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